Te das cuenta
como te miran,
hablan.
Te ves viejo,
quieres coger la vida.
Por intuir el futuro
vas hacia atrás.
Atrapa el cangrejo.
Te das cuenta
como te miran,
hablan.
Te ves viejo,
quieres coger la vida.
Por intuir el futuro
vas hacia atrás.
Atrapa el cangrejo.
Hay cosas, ideas, reflexiones, que a fuerza de darles vueltas acaban enquistándose y entonces se convierten en esa pequeña verruga con la que siempre tropezamos al afeitarnos o en esa uña que se incrusta y duele en los momentos menos oportunos. Para mí, una forma de extirpar o al menos reducir al máximo esos ‘quistes’, a veces se consigue y a veces no, es escribiéndolos, plasmándolos en el papel, convirtiéndolos en un ejercicio sobre el que se puede corregir, dar forma y de este modo, repitiendo la lectura y reescribiendo, hacerlos banales…
aunque no siempre lo consiga.