martes, 7 de octubre de 2008

si, la sol, FA MI, re, do.

.

Estás aquí, al lado,

como Fa está al lado de Mi.

.

Marfil de tu sonrisa,

teclas de piano.

Levanto la tapa,

que bellísima melodía prometen.

.

Si la acaricio

con mi lengua,

la suave vibración

de tus palabras

se transforma en dulce quejido;

preludio de la más adorable,

sensual,

pasión.

.

Pero que tormento

cuando quiero recordar tu música:

Tener en mí el recuerdo de su belleza

sin ser capaz de interpretarla.

.

No se tararearte,

solo se desesperarme

por saber como eres

y no tenerte junto a mí cuando me separas

como un mueble que no es como quieres,

sin mirar en mis cajones.

.

En ellos guardo mi amor por ti,

conservado entre bolas de perfume azul y mar,

con una foto tuya en la playa

al lado de una barca, tu barbilla rozada.

.

Suena la música y no se poner letra a la canción.

.

Quizá pueda encontrar una rima fácil

como lo es todo cuando estás pegada a mí.

.

Pero, es tan difícil sentir en el frío de tu ausencia.

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Es tan complicado todo cuando no te siento bajo la piel.

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Under the skin,

que feliz quien la compuso.

La amada bajo la piel.

.

Fa al lado de Mi.

La escala no es música,

son notas aisladas.

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Isla de Fa.

.

Isla de Mi.

.

Ni siquiera un archipiélago es música.

.

Solo islas.

.

Tú las haces música.

.

Continente musical

creciendo bajo la piel,

canción indefinible.

.

Islas que tu música

hace continente

incontenible bajo mi piel.

.

Canción indefinible

que no puede explicar esa sensación de levedad,

de niebla calida y fresca a la vez;

que envolviéndome

como esos visillos,

movidos por el aire de las noches de Málaga,

cuando

a la luz de la luna

te veía

tumbada,

boca abajo,

desnuda,

durmiendo,

nos envolvían,

me lleva a soñarte.

.

Sueño que no quiero despertar.

.

Las notas de este piano

se persiguen y enredan en mis palabras

como los flecos de bruma en las ramas de tus caricias.

.

Te adelantaste a mí

prometiéndome felicidad:

9vre en Portugal.

.

Y lo soy aunque te escondas a mí.

.

Te oigo

en el olor a blanco de almendro.

Se que siempre llenarás mi vida

aunque decidas no hacerlo.

.

Hoy suenas a blues en mi corazón.

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Sentado en el muelle,

solitario,

colgando los pies sobre un mar de añoranza

la tristeza los salpica.

Insensibles

no saben llevarme a ti.

.

.