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Estás aquí, al lado,
como Fa está al lado de Mi.
Marfil de tu sonrisa,
teclas de piano.
Levanto la tapa,
que bellísima melodía prometen.
Si la acaricio
con mi lengua,
la suave vibración
de tus palabras
se transforma en dulce quejido;
preludio de la más adorable,
sensual,
pasión.
Pero que tormento
cuando quiero recordar tu música:
Tener en mí el recuerdo de su belleza
sin ser capaz de interpretarla.
No se tararearte,
solo se desesperarme
por saber como eres
y no tenerte junto a mí cuando me separas
como un mueble que no es como quieres,
sin mirar en mis cajones.
En ellos guardo mi amor por ti,
conservado entre bolas de perfume azul y mar,
con una foto tuya en la playa
al lado de una barca, tu barbilla rozada.
Suena la música y no se poner letra a la canción.
Quizá pueda encontrar una rima fácil
como lo es todo cuando estás pegada a mí.
Pero, es tan difícil sentir en el frío de tu ausencia.
Es tan complicado todo cuando no te siento bajo la piel.
Under the skin,
que feliz quien la compuso.
La amada bajo la piel.
Fa al lado de Mi.
La escala no es música,
son notas aisladas.
Isla de Fa.
Isla de Mi.
Ni siquiera un archipiélago es música.
Solo islas.
Tú las haces música.
Continente musical
creciendo bajo la piel,
canción indefinible.
Islas que tu música
hace continente
incontenible bajo mi piel.
Canción indefinible
que no puede explicar esa sensación de levedad,
de niebla calida y fresca a la vez;
que envolviéndome
como esos visillos,
movidos por el aire de las noches de Málaga,
cuando
a la luz de la luna
te veía
tumbada,
boca abajo,
desnuda,
durmiendo,
nos envolvían,
me lleva a soñarte.
Sueño que no quiero despertar.
Las notas de este piano
se persiguen y enredan en mis palabras
como los flecos de bruma en las ramas de tus caricias.
Te adelantaste a mí
prometiéndome felicidad:
9vre en Portugal.
Y lo soy aunque te escondas a mí.
Te oigo
en el olor a blanco de almendro.
Se que siempre llenarás mi vida
aunque decidas no hacerlo.
Hoy suenas a blues en mi corazón.
Sentado en el muelle,
solitario,
colgando los pies sobre un mar de añoranza
la tristeza los salpica.
Insensibles
no saben llevarme a ti.
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