jueves, 20 de noviembre de 2014

Haiku para este otoño.

Mariposas confusas
por un sol, que otoñal,
es cálido en exceso.

Estrenando tinta.


Como es cuestión de escribir hasta que se gaste la mezcla de tintas: marrón y azul, me pongo a ello.
Poco apoco, como todo lo que queremos que perdure, trazo a trazo, voy desgranando estas frases si demasiado sentido en sí, pero con sentido en el hecho de la escritura para dejar tinta en el papel.
No llega al punto de la escritura automática de nuestros reverenciados surrealistas pero casi, casi, aunque con más casis.
Los tonos se van aclarando, las tintas se tornan en su esencia, sin mezclas, puras en su café original. Ya va apareciendo el sepia esperado. Por cierto, ahora que me fijo, el grosor del punto de pluma es efectivamente medio y no fino cono cierta musa fina, que no delfina pues es segunda de su estirpe, apuntaba.
Pero de nuevo, al retomar el sin sentido de esta escritura, espero encontrar trazos del azul confundiéndose con el café y cuál es mi sorpresa al ver café solo, bueno en realidad con algo de leche pero poca.
Ya el azul solo queda asentado en la laca del cuerpo de la pluma estilográfica que, sujeta en mi mano, se desliza sobre este papel dejando salpicaduras de tinta que no ríos, ni apenas pequeños manantiales, que serían la novelas o los cuentos o quizá artículos vertebrados en la esencia de la literatura con sentido, no en la fácil verborrea del que escribe porque si o porque quiere ver el color de la tinta sin más.

martes, 26 de agosto de 2014

Soñando deseos.


Apenas ha levantado el sol y paseo por la ría, sinuosa como el perfil de tu cuerpo sobre las sábanas al amanecer.

Descalzo, piso la arena fresca y, para disfrutarla, lucho con la premura de volver a tus sábanas para disfrutarte.

Llego donde el río se convierte en mar por la sal y abro la boca mientras nado en él para recordar tu sabor de anoche.

Me empujan tus curvas, mí premura hace suyo este movimiento, mío, que ha dejado de ser brazadas para ser pasos apresurados.

Sigues echada. Soy reptil deslizándome a tu lado, rodeándote, tanteando con la lengua, despertándote para hacerte mía.
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lunes, 28 de julio de 2014

Estoy tan cansada...

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Amanece y la nieve caída en la noche iguala los barrios, blancos, puros, fríos… Piensa Rosa mientras entra en el metro.
Anochece, las calles del centro, limpias de nieve, reflejan las luces de los escaparates, de las cafeterías. Como brilla todo, piensa Rosa mientras camina rápido hacia el metro.
Por las calles de las barriadas de la periferia, las personas que vuelven a sus casa lo hacen con cuidado, andando despacio sobre la nieve helada para no resbalarse y caminan pegados a las paredes de los edificios para que no les alcance la nieve sucia que salpican los vehículos que circulan por las calles.
Rosa ha llegado al portal de su casa indemne. Mientras saca las llaves del bolso piensa que puede tener en el frigorífico para preparar la cena esa noche.
Abre la puerta y, cuando está entrando, un coche pasa pegado al bordillo y le salpica la espalda. Se vuelve irritada, pero el grito de enfado y desesperación apenas pasa de su garganta. El coche ya ha girado por la esquina y a ella apenas le quedan fuerzas.
Entra en el portal sacudiendo del abrigo los pegotes de nieve sucia mientras aparta la barra de pan que ha cogido en el chino para que no se moje.
Sube los seis escalones que la separan del descansillo de los ascensores. Pulsa el botón de llamada del suyo, el de los pisos pares, y ve en el luminoso de encima de la puerta que está en el último piso, en el doce, tendrá que esperar y está muy cansada.
Mientras baja el ascensor sigue pensando que puede hacer de cena. No es capaz de recordar que queda en el frigorífico, está tan cansada que no es capaz de visualizarlo.
Sale del ascensor y, de forma automática, abre la puerta número dos. Entra en casa. Mientras deja las llaves en el mostrador del perchero le llega el sonido de la televisión en el salón. También oye la tele en el cuarto de los niños. Sara y Miguel estarán jugando y viendo la tele, seguro que no han hecho los deberes, Jorge siempre les deja jugar y luego es ella la que tiene que ponerse seria para que los hagan.
Sin quitarse el abrigo entra en la cocina y abriendo el frigorífico mira que hay. Mmm, huevos, siete, los guisantes que quedaron de ayer, un poco de chorizo… ¿quedarán algunas patatas fritas en la bolsa que abrió ayer para picar?... Si, al menos las suficientes para hacer unas tortillas a la francesa “chez Rosa”. Aún le quedan fuerzas para reírse de sus ocurrencias. A los niños les gustan las tortillas que llevan de todo.
Colgó el abrigo en el perchero y se asomó al salón. La mesa estaba puesta, por lo menos Jorge le había ahorrado ese trabajo.
Volvió a la cocina, batió los huevos, los mezcló con los guisantes, el chorizo y los restos de patatas Lays e hizo las tortillas. Yo me comeré la de un huevo, apenas tengo hambre. Las fue colocando en una fuente que cogió del armario pues la que estaba en el fregadero estaba sucia. Cuando tuvo las cuatro tortillas espolvoreó un poco de perejil seco sobre ellas para darles una nota de color, como Arguiñano, el de la tele, pensó. Llevó la fuente a la mesa y mientras volvía a la cocina a por la jarra del agua y la barra de pan llamó a todos a cenar: ¡Vamos! ¡A la mesa! ¡Ya está la cena! Llevó la jarra y el pan a la mesa y al dejarlos se dio cuenta de que no había llevado la paleta de servir. Mientras volvía a la cocina volvió a llama a todos: ¡Sara! ¡Miguelito! ¡Jorge! ¡A la mesa que se enfrían las tortillas que he hecho!
Cuando volvió a la mesa vio que no había acudido nadie. Sin soltar la paleta se asomó al cuarto de los niños. La televisión estaba encendida, todo recogido y los niños no estaban ahí. Estarán con Jorge en nuestro cuarto, pensó. Se asomó al tiempo que decía: Venga niños, y tu Jorge, que eres peor que ellos, se van a enfriar… se calló al ver el cuarto vacío y también recogido ¿donde estaban? Miró en el cuarto de baño. También estaba vacío ¡Vamos, salid de donde os hayáis escondido, dejaos de juegos que es la hora de cenar y estoy muy cansada!
De pronto le vino todo a la cabeza: La tarde de hacía un año, cuando volvió a casa un poco antes de lo normal y después de poner la mesa tuvo una llamad del hospital.
Jorge había recogido a los niños del colegio y habían tenido un accidente al patinar el coche en la nieve y chocar contra un camión que había quedado cruzado en la M-30. Le dijeron que habían hecho todo lo humanamente posible para salvarlos pero que habían muerto. Le pidieron que acudiera al hospital para reconocerlos.
Se quedó de pié en el distribuidor. Estaba tan cansada que, otra vez, había vuelto a olvidarlo.
Se sentó en el sofá, delante de la televisión y, aún con la paleta en la mano, dejó caer la cabeza poco a poco sobre el brazo del sofá. Estaba tan cansada.
Mañana tiraré las tortillas a la basura y si me da tiempo recogeré la mesa, si no, lo haré cuando vuelva del trabajo.
Ya durmiéndose, caen de su boca entreabierta unas pocas palabras que se confunden con el ruido del televisor: Jorge, por favor, acuesta a los niños, no me despiertes, me quedo en el sofá, estoy muy cansada…
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martes, 10 de junio de 2014

Calor y frío

Tu ausencia/presencia,
en las horas del día,
es como el sol
tras las nubes empujadas por el viento.
Juegas conmigo
mi calor,
mi frío.

jueves, 29 de mayo de 2014

Soliloquios

Soliloquios monosilábicos,
en mis soledades lacadas
de locura alienada,
libres y ligeros
desligados de lógica alguna.
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viernes, 28 de marzo de 2014

Le vent nous portera (Desir Noir)



Je n'ai pas peur de la route                                      No le tengo miedo al camino,
Faudrait voir, faut qu'on y goûte                            Habrá que ver, habrá que probar,
Des méandres au creux des reins                           los meandros del hueco de la espalda
Et tout ira bien là                                                    y todo estará bien.
Le vent nous portera                                              El viento nos llevará.

Ton message à la Grande Ourse                             Tu mensaje a la Osa Mayor
Et la trajectoire de la course                                    Y la trayectoria del viaje
Un instantané de velours                                        Un instante resplandeciente
Même s'il ne sert à rien va                                      Incluso si no sirve para nada
Le vent l'emportera                                                 El viento triunfará.
Tout disparaîtra mais                                             Todo desaparecerá pero
Le vent nous portera                                              El viento nos llevará.

La caresse et la mitraille                                         La caricia y la metralla
Et cette plaie qui nous tiraille                                  Y esta herida que nos lastima
Le palais des autres jours                                       Los palacios de otras épocas,
D'hier et demain                                                     De ayer y de mañana,
Le vent les portera                                                  El viento los llevará.

Génetique en bandouillère                                      La genética al hombro
Des chromosomes dans l'atmosphère                     Los cromosomas en la atmósfera
Des taxis pour les galaxies                                     Los taxis para las galaxias
Et mon tapis volant dis ?                                       ¿Y qué de mi alfombra mágica?
Le vent l'emportera                                                 El viento triunfará.
Tout disparaîtra mais                                             Todo desaparecerá, pero
Le vent nous portera                                              El viento nos llevará.

Ce parfum de nos années mortes                           Este perfume de nuestros años muertos
Ce qui peut frapper à ta porte                                 Aquello que puede tocar a tu puerta
Infinité de destins                                                   Una infinidad de destinos
On en pose un et qu'est-ce qu'on en retient?           Se elige uno ¿y qué es lo que queda?
Le vent l'emportera                                                 El viento triunfará.

Pendant que la marée monte                                   Mientras que la marea sube
Et que chacun refait ses comptes                           Y cada quien rehace sus cuentas
J'emmène au creux de mon ombre                          Llevo al hueco de mi sombra
Des poussières de toi                                             El polvo de ti
Le vent les portera                                                  El viento se los llevará
Tout disparaîtra mais                                             Todo desaparecerá, pero
Le vent nous portera                                              El viento nos llevará.

Después de oírlo y leerlo:
Conocer el camino sin miedo, probando y recorriendo sus recovecos, dejándose llevar, sabiendo que las estrellas, el viaje, un instante resplandeciente, todo desaparecerá en el viento que nos arrastra a las caricias y al dolor, a las heridas y a los palacios, al hoy y al mañana. Ese viento que se llevará el destino marcado por la genética, el futuro impensable y fantástico, la evolución y nuestros sueños y que arrasará el borroso recuerdo del pasado y el futuro desconocido porque no nos sirven de nada cuando elegimos uno de los infinitos destinos posibles.
Cuando la marea borre nuestros pasos y echemos cuentas, volcaré en mi nada tu esencia preparándonos para irnos en el viento.

martes, 11 de marzo de 2014

Haiku de insatisfacción

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No soy horas
que envuelvan tu deseo.
Soy ausencia.

martes, 28 de enero de 2014

Haiku de una tarde de invierno

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Viento enfurecido
en la firme roca
son suaves roces
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