martes, 26 de agosto de 2014

Soñando deseos.


Apenas ha levantado el sol y paseo por la ría, sinuosa como el perfil de tu cuerpo sobre las sábanas al amanecer.

Descalzo, piso la arena fresca y, para disfrutarla, lucho con la premura de volver a tus sábanas para disfrutarte.

Llego donde el río se convierte en mar por la sal y abro la boca mientras nado en él para recordar tu sabor de anoche.

Me empujan tus curvas, mí premura hace suyo este movimiento, mío, que ha dejado de ser brazadas para ser pasos apresurados.

Sigues echada. Soy reptil deslizándome a tu lado, rodeándote, tanteando con la lengua, despertándote para hacerte mía.
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